¿Rodeno,
inmarcesible, esmerilado? ¿Qué palabra nos queda cuando queda tan sólo la
palabra? ¿Nos queda algo del pálpito en el pálpito, una huella de amor en el
amor, una miga tan sólo de aquel trozo de pan que iluminara el son de aquellas
voces en una sobremesa? Si queda miedo o dicha, adentro u horizonte, deseo o
turbación, ¿qué ha de importarnos?
La noche va creciendo en la ventana como
una mueca sorda y aprendida de costumbre y de hielo y con ella el vacío que nos
lleva, sin embargo, yo sonrío al oír mis dedos desplazarse entre las teclas, este
extraño claqué de extraños pensamientos que vagan junto a mí y que nada me
dicen cuando dicen: el tiempo.
Toda palabra es palabra de letras de arena que al fin y al cabo discurre ....
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